Buscar en el sitio
La transformación industrial avanza rápidamente en todo el mundo. La producción ya no se evalúa solo en función de la calidad, el precio o la durabilidad, sino también por su impacto ambiental. En este contexto, el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM, por sus siglas en inglés: Carbon Border Adjustment Mechanism) marca el inicio de una nueva era, especialmente para los productores que operan en sectores con alta intensidad energética.
Este sistema, desarrollado por la Unión Europea, tiene como objetivo limitar las emisiones de carbono como parte de la lucha contra el cambio climático. El sector del hierro y el acero se encuentra entre los más afectados por esta nueva regulación. Pero ¿qué significa exactamente, por qué es tan importante y cómo impactará al sector siderúrgico turco?
El CBAM es una medida establecida dentro del marco del Pacto Verde Europeo (Green Deal). Su propósito fundamental es aplicar el mismo sistema de precios del carbono vigente dentro de la Unión Europea también a los productos importados desde países terceros.
En la UE, los productores que generan emisiones de carbono deben pagar un costo económico correspondiente. Sin embargo, los productos importados desde fuera de la Unión no estaban sujetos a esa obligación. Esto reducía la competitividad de las empresas europeas que aplicaban prácticas de producción sostenibles. El CBAM interviene precisamente para garantizar que los productos con alta huella de carbono entren en el mercado europeo en condiciones de competencia equitativas.
De ahora en adelante, las empresas de países exportadores a la UE como Turquía deberán medir, informar y, en su caso, pagar por las emisiones de carbono generadas durante sus procesos productivos.
Una de las principales razones para la implementación del CBAM es el problema de la “fuga de carbono”. A medida que Europa endurece sus normas ambientales, algunas empresas trasladaron su producción a países sin regulaciones sobre emisiones para evitar costos adicionales. Esto debilitaba los objetivos climáticos y generaba una competencia desleal para los fabricantes europeos.
La UE desarrolló el CBAM para resolver este problema. En adelante, los productos procedentes de países sin un sistema de regulación del carbono estarán sujetos a un impuesto basado en su nivel de emisiones al ingresar al mercado europeo. De esta manera, se mantienen los estándares ambientales y se garantiza una competencia justa entre los productores.
En su primera fase, el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono abarca los sectores con mayor intensidad de emisiones de CO₂, que son:
• Hierro y acero
• Aluminio
• Cemento
• Fertilizantes
• Electricidad
• Hidrógeno
Estos sectores representan una parte significativa de las emisiones industriales de Europa. En fases posteriores, se prevé incluir también otros sectores como la industria química, el vidrio y el textil.
El sector del acero es responsable de aproximadamente el 7-8 % de las emisiones globales de carbono, lo que demuestra su papel crucial en los objetivos climáticos mundiales. Por ello, el CBAM afecta directamente a la producción siderúrgica.
El hecho de que la Unión Europea considere la huella de carbono en la importación de acero implica que los métodos de producción con altas emisiones ya no ofrecerán ventajas competitivas. Es decir, el acero producido en altos hornos basados en carbón enfrentará mayores cargas fiscales al entrar al mercado europeo. Por el contrario, los aceros producidos mediante hornos eléctricos de arco y procesos de reciclaje de chatarra, con menor huella de carbono, serán más competitivos.
En Turquía, muchos productores de acero exportan cantidades significativas a la Unión Europea. Por ello, el CBAM se presenta como un factor impulsor de la transformación tecnológica de la producción nacional, orientando al sector hacia procesos más sostenibles y de menor emisión.
Turquía es uno de los principales proveedores de acero de la Unión Europea. Por ello, la entrada en vigor del Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM) tiene un impacto directo sobre los productores turcos.
A partir de ahora, cada producto de acero exportado a la UE deberá contar con un informe de emisiones de carbono. En dicho informe se incluirán las fuentes de energía utilizadas, las materias primas, los procesos de producción y los tipos de hornos empleados. Si un fabricante no ha tomado medidas para reducir sus emisiones, la diferencia se reflejará como un costo adicional en el momento de la exportación al mercado europeo.
Esta situación impulsará a los productores a invertir en tecnologías más sostenibles. Los hornos eléctricos de arco, el uso de energías renovables y los sistemas de producción basados en hidrógeno serán piezas clave de esta transformación.
Hasçelik actúa con una filosofía que sitúa la sostenibilidad al mismo nivel que la calidad dentro de sus procesos de producción. El nuevo marco regulatorio del CBAM hace que las inversiones en una producción respetuosa con el medio ambiente sean aún más relevantes.
Entre los objetivos a largo plazo de la empresa se incluyen aumentar la eficiencia energética, reducir la huella de carbono y elevar el uso de materias primas recicladas en la producción. Este enfoque estratégico refuerza la responsabilidad ambiental y proporciona una ventaja competitiva sostenible en los mercados internacionales.
El Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono se está implementando de forma gradual:
• 2023 – 2025: Fase de transición. Durante este periodo, las empresas solo están obligadas a informar y reportar sus emisiones de carbono. Todavía no existe obligación de pago.
• A partir de 2026: El CBAM entrará en vigor oficialmente. Desde entonces, los importadores deberán pagar el costo correspondiente a las emisiones de carbono asociadas a los productos que ingresen en la UE.
Por lo tanto, las empresas deberán revisar sus procesos productivos antes de 2026 y prepararse para adoptar métodos de baja emisión de carbono. Aquellos que no logren completar esta transformación a tiempo podrían perder competitividad en el mercado europeo.
Para cumplir con el CBAM, los productores de acero deben seguir un proceso sistemático. Los pasos principales son los siguientes:
1. Cálculo preciso de la huella de carbono: medir detalladamente las emisiones derivadas de las fuentes de energía, los tipos de combustible y los procesos de producción.
2. Implementación de un sistema de reporte: establecer una infraestructura transparente para la recolección y presentación de datos.
3. Proyectos de eficiencia energética: incorporar tecnologías modernas que reduzcan el consumo energético en las líneas de producción.
4. Uso de energías renovables: la electricidad procedente de fuentes como el sol o el viento contribuye directamente a reducir las emisiones de carbono.
5. Sostenibilidad en la cadena de suministro: incluir a los proveedores de materias primas dentro de los objetivos de reducción de emisiones.
Hasçelik lleva años centrando sus esfuerzos en mejorar sus estándares de calidad junto con una conciencia ambiental. La empresa está configurando desde hoy el futuro de la producción de acero mediante eficiencia energética, reciclaje, producción de bajas emisiones y procesos respetuosos con el entorno.
Regulaciones como el CBAM pueden considerarse una extensión natural de la visión de Hasçelik, ya que la sostenibilidad se ha convertido en el criterio fundamental que define el futuro del sector siderúrgico.
El Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono demuestra que la responsabilidad ambiental se ha transformado en un valor económico dentro del comercio global. El sector del acero se encuentra en el centro de esta transición.
En este proceso, las empresas que reduzcan sus emisiones, inviertan en tecnologías limpias y garanticen la transparencia de sus datos serán las que destaquen. Para Hasçelik y otros productores innovadores, el CBAM representa una oportunidad para fortalecer la producción sostenible y consolidar su competitividad internacional a largo plazo.