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Duran Küçük, quien forma parte de la familia Hasçelik desde hace más de cuatro años, comparte sinceramente cómo el ambiente de trabajo tranquilo contribuye tanto a su vida familiar como a su desarrollo personal. En esta inspiradora entrevista, habla de los fuertes lazos que ha construido con su familia y colegas en su camino desde vendedor ambulante hasta operador. Desde su pasión por los autos hasta su dedicación a la educación de sus hijos, desde la importancia que le da a la seguridad laboral hasta sus consejos para las generaciones futuras: les espera una conversación que inspira.
¿Podría presentarse brevemente?
Mi nombre es Duran Küçük. Nací en Elbistan en 1987. Elbistan pertenece a Kahramanmaraş, pero lamentablemente mucha gente ni siquiera conoce su nombre. En 1995, mi familia y yo emigramos a Estambul. Después de vivir muchos años en Estambul, me mudé a Gebze cuando me uní a la familia Hasçelik. Solicité este trabajo por recomendación y empecé a trabajar aquí. Antes, toda mi familia se dedicaba a la venta ambulante. Antes del servicio militar, teníamos nuestro propio negocio. Después de volver del servicio militar, me casé. Mi esposa y yo vinimos aquí juntos, y llevamos 18 años de casados. Tenemos tres hijos: dos hijas y un hijo, y los tres siguen estudiando actualmente.
¿Qué hace en su tiempo libre?
Mi pasión por los autos no es solo un pasatiempo, es un estilo de vida para mí. Hasta ahora he tenido tres autos diferentes. Dos de ellos fueron Broadway. Me ocupé personalmente de muchas piezas: desde el motor hasta los faros, desde el polarizado de las ventanas hasta los detalles más pequeños. Si es una avería que puedo reparar yo mismo, no lo llevo al mecánico. Nunca trabajé junto a un mecánico; investigo en internet, miro videos y lo memorizo todo de una vez. Mis amigos también suelen consultarme cosas sobre sus autos.
¿Cómo ha progresado su trayectoria en Hasçelik?
Comencé a trabajar en Hasçelik en el departamento de embalaje. Mi desempeño se notó rápidamente y pasé a ser operador. Ahora trabajo como operador de trefilado en frío. Realmente me encanta el ambiente de trabajo aquí. Tenemos una comunicación abierta con nuestros supervisores. Alcanzamos fácilmente las toneladas requeridas y continuamos nuestro trabajo en paz. Además, nuestras áreas sociales son excelentes; nunca falta el té ni el café.
¿Qué es lo que más le motiva al venir a trabajar?
El sistema de turnos me da una gran ventaja. Estoy acostumbrado a levantarme temprano desde mis tiempos de vendedor ambulante. Ahora tengo tres hijos, y dejarlos en la escuela por la mañana me da una gran tranquilidad. Especialmente porque tengo dos hijas, me siento aún más tranquilo. Los dejo y voy a trabajar con la conciencia tranquila.
¿Qué significan para usted sus compañeros?
Los amigos con los que pasamos la mayor parte del día se convierten, con el tiempo, en parte de nuestra familia. Incluso nos reunimos con algunos de ellos con nuestras familias. Nuestros hijos se conocen y pasan tiempo juntos. Los fines de semana, mientras trabajamos en los autos, los niños juegan. Trabajar en un ambiente tan agradable es una gran suerte.
¿Qué consejo le daría a los que empiezan?
Hay que saber aprender bien. Y con el tiempo, no hay que tener miedo de compartir lo que uno sabe, porque el conocimiento crece cuando se comparte. La persona que tienes delante también busca ganarse la vida. Mi consejo más importante: no tengan prisa. La mayoría de los accidentes ocurren por las prisas. He visto a muchos que dicen “yo sé hacer esto” sufrir accidentes. Los principiantes que no se atreven con lo que no saben suelen ser más cuidadosos. Por eso, aprender con paciencia y atención es clave. La seguridad y la salud laboral están por encima de todo.
¿Qué es lo que más le hace feliz en Hasçelik?
He participado en muchos eventos aquí. Especialmente las parrilladas y las excursiones de pesca que se organizaban en la época del señor Önder fueron inolvidables. Los viajes familiares a Bodrum e İzmir también fueron maravillosos. Incluso a mi esposa le encanta este ambiente. Ese calor humano y sentido de unidad nos da felicidad. Puedo decir que soy uno de los empleados que más participa en las actividades sociales organizadas en la fábrica. Me encanta pescar — a veces vuelvo solo con un pez, pero lo importante es vivir esa atmósfera.
¿Cuál es el consejo más valioso que ha recibido en su vida?
El mejor consejo que recibí en mi vida laboral fue de mi supervisor de turno. El primer día, cuando estaba a punto de adquirir un hábito poco saludable, me lo quitó de la mano y me dijo: “No lo harás”. Viví lo mismo durante el servicio militar: mi comandante también me lo quitó. Desde ese día, nunca volví atrás. Que Dios los bendiga a ambos. Les debo mi salud. Puedo decir que ahora soy defensor de un estilo de vida saludable.
Por último, ¿le gustaría enviar un mensaje a su familia o a sus hijos?
Mi mayor deseo es que nunca se desvíen del buen camino. Quiero que lleguen lejos con su propio esfuerzo, manteniéndose firmes por sus propios medios. Siempre he avanzado en la vida con mi propio trabajo. Pagué mi propia boda, compré mis propios muebles. En tiempos difíciles conté con el apoyo de mi familia, pero en esencia siempre conté con mi propia fuerza. Esto es lo que les enseño a mis hijos: no se puede construir un futuro dependiendo de otros.
Las sinceras reflexiones de Duran Küçük sobre su vida y su trabajo demuestran una vez más la calidez y el sentido de unidad dentro de la familia Hasçelik. Apasionadamente comprometido tanto con su trabajo como con su familia, Küçük ofrece no solo la perspectiva de un empleado dedicado, sino también un ejemplo inspirador de una vida con sentido.